El Caracas Pop Festival reunió durante dos años consecutivos a grandes artistas en la capital. La primera entrega se hizo en el estadio Olímpico de la Universidad Central de Venezuela. Fueron días de intensa música.
En 2001 fue la primera edición. En el estadio de la UCV se presentaron, entre otros, artistas como Cristina Aguilera, Oasis, Sting, Sheryl Crow, Rubén Blades, Maná, Five y Los Amigos Invisibles. Cada día había un género musical seleccionado. Esto permitía hacer el cartel alternando al talento nacional con los invitados internacionales.
La primera edición llevó a mucha gente en todas sus noches. Si bien el tema del estadio siempre ha sido polémico, por aquello de que se pudiera dañar la grama, la gente respondió a ir.
Pero, y para evitarse ese tipo de controversias con la UU UCV; la segunda edición se hizo en un terraplén que se llamó El Valle del Pop, en Guarenas.
Ciertamente, era una explanada que permitía acomodar mucha más gente, pero las condiciones distaban mucho de las que se vivieron el año anterior en el Olímpico un año antes.
Las noches fueron adecuadas, igual que el año anterior, según el estilo. Fue de las últimas veces que Juan Luis Guerra cantó en Caracas. Luego habría otra, pero esa es para otra columna. Alanis Morisette, No Doubt, La Ley, Korn, Roger Waters, Candy 66 y Caramelos de Cianuro, entre otros, hicieron las noches de quienes, desafiando cualquier cosa llegaron y, sobre todo, salieron del lugar.
Se prometió transporte ida y vuelta. Pero eso se cumplió menos que a media. Dadas las distancias, y para el momento (2002) el precario servicio de transporte público para la zona; hizo que lo que se esperaba sería disfrute, se convirtiera en pesadilla. Salir del lugar de madrugada era, literalmente, un acto de supervivencia. La zona oscura, alejada de las vías principales, con escasa cobertura telefónica es una de las razones por las cuales el público venezolano se merece una estatua. Aguanta lo que sea.