Ya es costumbre que, al término de un año, se produzcan repasos de lo acontecido durante ese período y de las personalidades que destacaron, por diferentes motivos.
Al momento de elaborar una lista relacionada con el mundo del entretenimiento, sería menester incluir a Nina Sicilia, integrante del Comité Ejecutivo de la Organización Miss Venezuela, quien se ha mantenido bajo el foco informativo, como la cara más visible en la celebración del septuagésimo aniversario del laureado concurso de belleza.
La exreina, además, llega a sus 60 años de vida frente a una torta de sabor agridulce. Semanas después de haber sido nombrada vicepresidenta de ventas de Venevisión (según el crédito aparecido al finalizar la transmisión del 16 de noviembre), hecho que indiscutiblemente constituye un motivo de alegría, su nombre tuvo carácter protagónico en la controversia generada por la inconformidad del jurado con los resultados de la reciente edición del certamen criollo.
A esto se suma, además, el rumor de que, a partir de 2023, abandonará sus responsabilidades en la Quinta Morada, para dedicarse, en forma exclusiva, a su nuevo cargo en la televisora de La Colina. Aunque falte la confirmación, nadie le quita lo bailado a quien será por siempre la primera Miss Internacional venezolana.
El origen
En el hogar caraqueño formado por los inmigrantes canarios Pablo y Genovesa, nació Alejandrina Sicilia Hernández, el 3 de diciembre de 1962. Tiene dos hermanos: Carlos, periodista y humorista; y María del Carmen, docente. Estudió en el Colegio El Carmelo de Las Acacias.
Nina Sicilia comenzó su andadura en los concursos de belleza como reina del Hogar Canario Venezolano 1977 y Miss Hispanidad 1978. Siete años después, tras obtener su título como administradora en la Universidad Católica Andrés Bello, defendió los colores del estado Monagas en Miss Venezuela, logrando la banda de Miss Elegancia y la posición de primera finalista.
El 15 de septiembre de 1985 fue coronada Miss Internacional, en Tsukuba’s Expo Plaza (Osaka), haciendo historia al ser la primera venezolana triunfadora en el certamen japonés.