El cantante británico Robbie Williams aseguró que su documental para Netflix «estará lleno de sexo, drogas y enfermedades mentales». Según dijo, se quiere mostrar tal y como es.
El intérprete del sencillo “Angels” también aseveró que el proyecto, que se filmará dentro de su mansión de 18 millones de dólares en Kensington, Londres, se rodará «sin reglas». Además, que él tendrá el control editorial, citó The Sun tomando las declaraciones ofrecidas a la radio neozelandesa.
«Las grabaciones no han empezado. Estoy seguro de que será un libro lleno de arrugas y de que yo daré demasiada información sobre mi vida y mi época», dijo. «Deseo que empiece y que yo mismo descubra lo que es. No hay reglas. Soy más propenso que la mayoría de la gente a dejarlo todo. Muy pocas veces, si es que alguna vez he dicho: ‘Eso es demasiado, quítalo’. Normalmente pienso que no es suficiente», continuó.
Robbie añadió que, aunque tiene control editorial, los realizadores son «muy, muy afortunados» porque quiere exponerme más de lo que cualquier otra persona. «La mayoría de la gente quiere hacer una versión aséptica de sí mismos porque tienen miedo de dar demasiado de su vida real. El público puede ver eso y yo no respondo muy bien como miembro del público a eso, así que no lo haré».
El ex integrante de la banda Take That, que ha hablado abiertamente de sus años de adicciones a la bebida, las drogas y la comida, añadió que no cree que vaya a permitir que sus cuatro hijos -que comparte con su esposa Ayda Field: Teddy, de 9 años, Charlton, de 7, Coco, de 3, y Beau, de 2- aparezcan en el programa.
«No creo que los niños participen. No voy a dar demasiada información sobre el funcionamiento interno de mi mente», advirtió.