Hoy, jueves 1° de abril, por coincidencia, Jueves Santo, entramos en un mes que sin duda refiere significativa importancia para el país y de manera directa para el pueblo venezolano; el que, luego de décadas de lucha, de espera y de oraciones, ve cumplido el sueño de encaminar a los altares celestiales al Doctor José Gregorio Hernández. El próximo viernes, 30 de abril, llega al final parte del gran protocolo que exige El Vaticano -como Padre y Madre de toda la Iglesia- en cumplimiento a las ordenanzas para designar qué o cuál mortal puede ser considerado “Siervo”, “Beato” o “Santo”.
En el caso de nuestro José Gregorio Hernández; después de siete años de espera, la plenaria de cardenales celebrada en Roma (en julio del 2020) aprobó su beatificación; y el Papa Francisco autorizó para este viernes 30 de abril el decreto que lo convierte en un nuevo “Beato” de la Iglesia Católica.
Luego, continúa la otra parte de la lucha en sortear todos los protocolos celestiales a la espera de que el Papa -de turno-, como figura máxima de la Iglesia, y al que muchos consideran el representante directo de Dios en la tierra; coloque su poderosa firma en el decreto correspondiente que admita como “Santo” a José Gregorio Hernández.
En el país, tal resolución en los altares celestiales, ha activado diversos actos religiosos; y en tal sentido la Conferencia Episcopal Venezolana anunció un encuentro en el Estadio Universitario de la Universidad Central de Venezuela, ese viernes 30 de abril, a partir de las 10:00 de la mañana.
Por su parte, el pueblo festejará a su manera; con oraciones, tal como lo viene haciendo durante décadas, llevado en su corazón la imagen del Doctor José Gregorio Hernández, venerado en santidad como “El médico de los pobres”.