Mañana viernes 19 de marzo, el país celebra “El día de la llaneridad” de acuerdo a lo establecido en el 2017, cuando el entonces el ministro del poder popular para la cultura, Adán Chávez, propone al presidente de la república, Nicolás Maduro, que se declare como tal el 19 de marzo, tomando en cuenta las tradicionales fiestas que Elorza (Apure) prepara cada año en honor a San José, su Santo Patrón.
En tal sentido, la aprobación no se hizo esperar, y desde entonces cada 19 de marzo nos embadurnamos en el tema de la llaneridad; la que no debe ser aceptada o manejada como un concepto, proyecto o decreto; y, por el contrario, debe entendida y asumida en colectivo como un sentimiento de identidad nacional, expresado en diversas actividades culturales enmarcadas en foros, talleres, conversatorios, propuestas de ideas, hipótesis por desarrollar y metas por conquistar.
Al igual que el año pasado, mañana, 19 de marzo, el tono festivo de la llaneridad, como núcleo de las fiestas de Elorza, se ve opacado (suspendido) por las condiciones impuestas por la pandemia desatada por el COVID 19. Sin embargo, Elorza y sus elorzanos asumen día a día su llaneridad, tal como lo han hecho por generaciones desde el momento mismo de su fundación en 1774; hasta erigirse hoy como el terruño “más criollito del mapa”.
Ciertamente, son varios los proyectos asumidos por las instituciones culturales del país, y también algunos casos aislados, que le han metido el pecho a la llaneridad en pro de garantizar en lo futuro la presencia y vigencia de nuestra identidad cultural aferrada a la tierra llana. De esos trabajos, sin duda, el más exitoso es el que ejecuta y presenta a diario la Fundación Corazón Llanero, convertida hoy en el epicentro de la cultura musical de Venezuela.