El cantante de música country Keith Urban concedió una entrevista a Sunday Times y tocó el tema de su adicción a las drogas. Según reseñó New York Post, el intérprete de «Blue Ain’t Your Color» es esposo de la diva de Hollywood Nicole Kidman, quien también lo ayudó en su lucha con el vicio.
Por otra parte, el vocalista dijo que tiene suerte de que su carrera musical siga intacta pese a su pasado de descontrol.
De acuerdo con el medio de comunicación, Keith Urban estuvo en un centro de rehabilitación en 1998 y casi una década después, en 2006, tuvo que volver a internarse luego de que Kidman insistió en que lo hiciera.
«Cada uno hace lo que quiere hacer para pasar un buen rato. Me acabo de dar cuenta de que soy alérgico a sustancias. Alguien dijo: ‘¿Tienes alergia? ¿Qué pasa cuando bebes? Y dije: ‘Empiezo a toser como loco'», reconoció el artista australiano.
Igualmente, manifestó su alivio ante la idea de que sus excesos no incidieran en su proceso musical creativo. «Me alegro de que no haya cambiado nada en mi música. Escribí muchas canciones exitosas mientras estaba borracho. Escribí bastante sobrio también, me siento afortunado de que no haya definido mi creatividad», sostuvo.
«Tenía que encontrar una forma distinta de estar en este mundo», comentó, refiriéndose a los efectos de la sobriedad total en su vida y carrera.
En 2016 contó a Rolling Stone que su esposa, la estrella de «Eyes Wide Shut», con quien comparte a las pequeñas Faith de 11 años de edad y Sunday de 13, tuvo que hacerle una intervención para que lidiara con sus demonios.
Asimismo, en septiembre de 2021, habló con la edición australiana de la revista musical sobre el caótico inicio de sus nupcias con la madre de sus hijas, el cual por lo visto no fue un cuento de hadas.
«Es un milagro que mi matrimonio haya sobrevivido, porque yo casi lo hundo apenas en sus inicios», mencionó. Sin embargo, agregó que «me desperté espiritualmente con ella. Uso constantemente la expresión ‘nací en ella’, y así es como me siento. Y por primera vez en mi vida, pude sacudirme las cadenas de la adicción».