El mes de junio tiene significativa importancia en el entorno cultural venezolano. Erróneamente, está identificado como “El mes del artista nacional” desde la década de los ’80, tras la publicación del llamado Decreto 1 X 1, que buscaba un punto de equidad entre nuestro folclor musical y la sonoridad foránea.
También, junio nos trae la celebración del “Día de Padre”, que alborota los tambores en varias regiones del país en honor a San Juan Bautista y revive la tradición de Corpus Christi en las 11 cofradías que conforman los Diablos danzantes de Venezuela, cuyo origen se remonta a más de 400 años, cuando elementos de la tradición católica se fusionan con las creencias populares de raíz africana, dando origen a una diversidad cultural, certificada por la UNESCO en el año 2012 como Patrimonio inmaterial de la humanidad.
Si bien no se puede precisar una raíz única y cierta, por su naturaleza de tradición oral, los diablos danzantes de Corpus Christi se celebran desde 1749 en las distintas regiones del país. Desde entonces, hombres, mujeres y niños se visten de diablos para cumplir con promesas realizadas al Santísimo Sacramento.
Para hoy, jueves 16, la población mirandina de San Francisco de Yare celebra el Día de Corpus Christi en tributo al Santísimo Sacramento, a través de una danza alegre y colorida que recrea el triunfo ancestral del bien sobre el mal.
En relación con la historia de la cofradía de San Francisco de Yare, se dice que hace 400 años, un sacerdote sin dinero y sin creyentes para realizar la procesión de Corpus Christi expresó: «Si no hay dinero ni creyentes para sacar la procesión del Santísimo Sacramento, ¡que vengan los diablos entonces!»… Y tras una tormenta, varios diablos se presentaron frente a la iglesia.