El ladrón de cajas fuertes Ludwig Dieter (Matthias Schweighöfer) protagoniza «El ejército de los ladrones», filme que se ubica en la posición número 1 en la plataforma de Netflix. No es de extrañar que una película de acción como esta acapare la atención de los fanáticos. Todavía más cuando se trate de la precuela de «El ejército de los muertos», historia que también alcanzó gran popularidad en la plataforma de streaming al ser estrenada en plena pandemia por covid-19.
Fresca, arriesgada, entretenida, con un elenco acertado y muchos eventos que obligan a no despegar la atención de la pantalla, la aventura se borda solita en poco más de dos horas. Obvio que gran parte del encanto del filme recae sobre su protagonista, un hombre aparentemente corriente cuya pasión por abrir cajas fuertes lo hace a la vez único.
Mientras en Las Vegas ya los no muertos comienzan a multiplicarse y expandirse, en Alemania este hombre lleva una vida rutinaria y aburrida hasta que es invitado a sumarse a una misión suicida.
El riesgo y la atracción física por una de sus compañeras de equipo, lo llevarán a participar en misiones que jamás creyó que podría ejecutar. Sin quitarse el halo de nerd, será capaz incluso de demostrarse a sí mismo el gran valor y poder con el que cuenta.
Su punto débil será la ladrona de joyas Gwendoline (a cargo de la actriz Nathalie Emmanuel de «Game Of Thrones»). Esta también engancha por su belleza y simpatía, con una sonrisa que derrite en cada close up que el mismo Schweighöfer, en calidad también de director, le propina.
El clan se completa con otros personajes bastante simpáticos, con historias que dan espacio al desarrollo de la aventura.

Pura adrenalina
El espectador seguirá una serie de atracos, cada uno más interesante y grande, con persecuciones que disparan la adrenalina. De allí que el ritmo en la narración no se vuelva ni tedioso ni repetitivo. Y es que en cada caja fuerte a abrir, no solo se incrementa el riesgo sino también la dificultad. Ya por allí uno quiere que llegue el final para descubrir el desenlace.
A nivel técnico, planos rápidos que chocan con la cámara lenta simulan el estilo de Zack Snyder, impuesto en el filme que dio origen. También el paquete gráfico de presentación de personajes es un guiño a aquella aventura que, si no ha visto, debe ver y cuya crítica puede leer aquí.
Pero, volviendo a «El ejército de los ladrones», podemos decir que es una película lógica en su historia, con algunas dosis de comedia, romance y drama. Con un tono a ratos tonto que la hace genuina, muy al estilo de las películas de agentes secretos pero aflojándose un poco la corbata.