El filme «Don’t Look Up», dirigido por Adam McKay, es oficialmente el más visto a nivel global en Netflix con 152 millones de horas de visualización. El gigante del streaming dio la noticia al medio especializado en entretenimiento Deadline este jueves 6 de enero. El récord se determinó entre el 27 de diciembre y el 2 de enero.
Asimismo, esta sátira sobre el cambio climático donde figuran estrellas como Ariana Grande, Jennifer Lawrence y Leonardo DiCaprio en su elenco, es el tercer título más visto en sus primeros 28 días. Le siguen de cerca «Bird Box» y «Red Notice», informó Netflix.
El pasado 4 de enero McKay citó un tuit que hablaba de cómo los números se dispararon a nivel global entre los internautas que se animaron a ver la película. «Estoy asombrado con esto #Don’tLookUp», escribió el cineasta, quien también es responsable de tremendos peliculones como «Vice» y «The Big Short».
Sin embargo, esta entrega no solo ha disparado los números entre las visualizaciones de quienes tienen Netflix, sino que también ha devuelto el interés por una problemática que nos concierne a todos.
Contundente denuncia
Además del entretenimiento y escape que implica ver una película, el cine también es un medio de comunicación al referirse a temas de la vida real, muchas veces de aspectos sensibles. Sin embargo, hay quienes se valen de géneros como el drama, la comedia o la ciencia ficción para mostrar realidades.
Según Deadline, gracias a la enorme demanda, la gente se ha vuelto a interesar por el cambio climático.
Esto último habla de alteraciones en el clima y la temperatura a largo plazo que pueden afectar la vida cotidiana, algunos de ellos producto del impacto en la naturaleza. De allí que los seres humanos hayamos contribuido al cambio climático a partir del uso excesivo de la tecnología y de la emisión de dióxido de carbono, por ejemplo.
Igualmente, en un ensayo, el diario Time elogió la manera en que la cinta habla de la frivolidad con la que se trata el tema del cambio climático en los medios de comunicación. De la misma manera, el metraje denuncia el desinterés de los líderes mundiales por aprobar políticas que puedan contrarrestar los daños de este fenómeno.