Sábado, 13 de julio de 1985. El mundo está a la expectativa ante el Live Aid. Durante meses se planificaron presentaciones en Filadelfia y Londres con la participación de las bandas de rock más importantes del momento.
No menos de 75 mil almas se juntaron para disfrutar de las presentaciones de Pink Floyd, AC/DC y Metallica, pero sobre todo esperan ver sobre el escenario a Queen, la banda británica inmortalizada en “Bohemian Rhapsody”.
La intención es recaudar fondos para combatir el hambre en el Cuerno de África. Entre 1984 y 1985 murieron 1 millón de personas por una epidemia de hambruna y la respuesta a tanto dolor es brindar música. Riff, platillos, solos, melenas agitadas y mucho sudor es lo que se espera para decirle a los hermanos de Somalía y de Etiopía que no están solos y que el mundo los tiene en la mira, pero que el dolor se combate con buena vibra, dinero y rock and roll.
La idea que se conviertió en un Día Mundial
Bob Geldof, vocalista de la banda Boomtown Rats, fue el de la idea. Quiso organizar un plan para recaudar dinero y ayudar a aliviar la crisis que se vivía en parte del continente africano.
“Ayuda en vivo”, traducción al español de la cita, duró 16 horas y también convocó a como David Bowie, Bob Dylan, Neil Young, Mick Jagger, Keith Richards, U2, The Who, Led Zeppelin, Black Sabbath, Sting, Judas Priest, Duran Duran, Scorpions, Paul McCartney e, incluso, Madonna.
Toda la adrenalina se pudo ver en vivo y directo en 72 países. Televidentes de todo el mundo aportaron dinero para la causa y, al mismo tiempo, disfrutaron de los máximos exponentes del género.
Gracias a los niveles de participación y asistencia, el Live Aid se convirtió en uno de los eventos más vistos con 2 mil millones de espectadores, al tiempo que se coronó como el concierto con mayor recaudación de la historia: se logró reunir 100 millones de dólares. Sin embargo, fue el cartel de artistas que se presentó lo que dio pie al Día Mundial del Rock.
Dato curioso: Lady Diana y Jack Nicholson fueron los anfitriones de la velada. La princesa dio la bienvenida en Londres mientras que el actor hizo lo propio en los Estados Unidos.
«Bohemian Rhapsody»
La cinta biográfica de Freddy Mercury, voz líder de la banda de rock Queen, recreó una de las escenas más famosas del espectáculo. El actor que dio vida al intérprete de «Under Presure», Rami Malek, se mostró en el filme frente a miles de personas en el emblemático estadio de Wembley, en Londres (Reino Unido).
Rami imitó, además, a Mercury en una de las imágenes más famosas del género musical: un muy enfermo cantante que terminó su presentación con el puño en alto y la cabeza mirando hacia abajo.
Vale la pena recordar que la película reseñó que el artista británico vivía sus últimos meses de vida para la fecha y no estaba al tanto de la invitación al evento, pues era engañado por la persona que manejaba su carrera artística. Pero apenas se enteró, aceptó presentarse junto al resto de los músicos que se subieron al escenario.
Nota disonante
Otras presentaciones destacables fueron la de Bob Dylan, quien se la comió con su show pero finalizó su performance con un discurso que dejó a muchos con las miradas encontradas.
«Espero que una parte del dinero… quizás pueda simplemente tomar un poco de él, quizás… uno o dos millones, quizás… y usarlos para pagar las hipotecas de algunas de las granjas y, de los agricultores aquí, que deben a los bancos», expresó el Nobel de literatura.
Phil Collins también tuvo un show épico, al igual que Carlos Santana, Stevie Wonder, Tina Turner y un Mick Jagger sin sus Rolling Stones.
Quien no tuvo igual suerte fue Madonna. La reina del pop tuvo un desafortunado espectáculo con canciones desafinadas, se mostró muy nerviosa y sus bailarinas no tuvieron una coordinación adecuada.